Abierta al placer

Su sola mirada me proporciona los mejores orgasmos de mi vida. Pasión, lujuria, placer y ternura.

Cuando tenía ocho años mi madre me regaló un cubito que contenía una pasta fucsia gelatinosa que hacia ruidos extraños cada vez que metías los dedos en ella. Una tarde jugando a pasarnos la viscosa masa cual pelota de goma, mi hermana me la tiró tan fuerte que se quedó colgando del techo. Después de una hora intentado bajarla de ahí al final conseguimos cogerla pero aquella cosa del demonio dejó una enorme y horrenda mancha rosa en el techo blanco impoluto de mi cuarto. Mi madre, por supuesto, poco tardó en...

Nos amamos en secreto (parte 2)

Segunda parte de mi historia: "Una sensación inesperada". Tom y yo y nadie más.

Después de aquella primera inesperada y electrizante noche, mi primo y yo tuvimos que volver cada uno a nuestras casas. Él, después de su viaje, se mudó a Madrid y yo vivía en Barcelona: unas cinco horas en coche de distancia y más de una paga mensual para pagar cualquier transporte.

Pero en mi memoria aún recordaba todos los besos, las miradas, los contactos, los furtivos momentos que compartimos evitando ser pillados, un obstáculo que en vez de molestar creaba un clima morboso que nos excitaba cada...

Una sensación inesperada

El odio que mi primo y yo compartíamos el uno por el otro se desvanece por un sentimiento mucho más fuerte. Nuestra primera vez, un contacto increible.

Cuando era niña solía pasar los veranos en el pueblo de mis padres. Ellos eran los

únicos que se fueron a vivir a la ciudad así que todos mis primos y todos mis tíos vivían

allí. Normalmente siempre iba a dormir a la casa de mi tía Iraia, quien siempre quiso tener

una niña, pero sus dos hijos eran varones así que cuando yo iba a su casa me concedía

todos los caprichos que una niña de diez años desea. Esa fue la razón por la cual mis dos

primos empezaron a sentirse atacados por...