La dueña de la tienda de ropa
Un joven consigue un maravilloso polvazo con una rubia madura que conocio accidentalmente.
El calor en el sur de España nos obliga muchas veces a permanecer en la calle más tiempo de lo normal.
Las terrazas son un buen punto de encuentro. Suelen estar llenas a partir de que el sol se ha escondido por el horizonte y las disfrutan toda clase de gentes.
Nosotros veníamos de jugar un partido de futbito. Y nos íbamos a echar unas cervezas para mitigar la sed y el calor.
La conversación era fluida hasta que la interrumpió un balonazo que tiró varias cervezas.
El culpable un...