Mi amiga quiere que la vea coger

Como ella sabe que soy pajero, Silvia me propone que la fotografíe mientras coge

Mi amiga puta me deja mirar cuando coge

Quienes han leído mis anteriores relatos saben que soy pajero, me encantan las travestis y aunque tenga una concha hermosa delante mío preferiré siempre pajearme delante de una hermosa pijuda con tetas. Algunos comentarios me criticaron por pajero (ya lo se) o de mal gusto. Cuestión de gustos. El sexo admite todas las variedades, y en mi caso, excepto violencia y pedofilia, mi inclinación pajera con travitas me parece hermosa.

Pero a veces mi onda voye...

Mojándome las pantys

Hacerse la paja mirando travestis es hermoso si además sentís orgasmos como puta

Mojándome las pantys

Después de dar unas vueltas en el auto mirando travestis, me fui al monoambiente que tengo sólo para pajas (de vez en cuando entra alguna travita, incluso una puta, siempre y cuando acepten pajearme).

*Puse un video porno pero me aburrió a los 5 minutos, entonces prendí la computadora y revisé el correo. Ningún mensaje caliente. Entonces comencé a recorrer las páginas de shemales; ¡ahora si me empecé a calentar!, la pija se puso más o menos dura, recuerdo que me gustaro...

Paja con travas

Como no acabé con una trava, me pajeo con una zanahoria en el culo...

Paja mirando travas

Me encantan las tetas, la pija y la paja. O sea, soy un pajero amante de travestis.

Tengo 39 años, cuerpo atractivo, moreno, rapado y con un pene que mide, bien parado, 18 por cuatro de ancho. Es una hermosa verga, caliente, con un glande redondo y rosado que es la delicia de las chicas que cogo, pero prefiero la paja.

Hacermela, o que me la hagan, sobretodo hermosas tetonas con pija. Entonces, yo las pajeo, y es hermoso cuando acabamos juntos, enchastrándonos los p...

Tinto caliente

Amor y muerte.

Tinto caliente

La última vez que nos dedicamos algún tiempo para charlar ocurrió a fines de noviembre del año pasado, algo así como 130 días atrás. Salías con el pelo suelto y mojado de un hotel lujoso y al reconocerme me invitaste un café. Te dije mejor un tinto. Y entonces fuimos al parque oscuro con dos botellas de Malbec.

De uno u otro modo, diferentes razones personales dieron por resultado que nuestros diálogos de noches navegadas en tinto, poesía y filosofía rupestre, las cuales a m...