Mi Ciberamiga II

Vero había alquilado una casa rural a las afueras de Madrid, uno de esos sitios situado en un pueblito precioso, con encanto, que solo te imaginas en postales. Ella ya había ido con su ex marido y conocía a la pareja dueña de la casa. Nuestra amiga del chat, Sofía, vendría esa misma tarde, ya que por motivos de trabajo saldría unas horas después que nosotros.

Mi Ciberamiga II

Vero había alquilado una casa rural a las afueras de Madrid, uno de esos sitios situado en un pueblito precioso, con encanto, que solo te imaginas en postales. Ella ya había ido con su ex marido y conocía a la pareja dueña de la casa. Nuestra amiga del chat, Sofía, vendría esa misma tarde, ya que por motivos de trabajo saldría unas horas después que nosotros.

Vero y yo aprovechamos para dar una vuelta por el pueblo y tomarnos unas cervezas en el único bar que había. Hacia algo d...

Mi Ciberamiga I

Los chats entraron en mi vida por pura casualidad, realmente no necesitaba conocer a desconocidos por internet, pero la versión anónima de mi persona hacía que pudiera entablar conversaciones de cualquier índole con todo tipo de gente, sin que mi identidad se viera comprometida. Inhibirme por completo molaba. Hablar de racismo con nazis, dar lecciones de civismo a un machista, debatir de política y por supuesto, desatar todo lo relacionado con el sexo con alguna amiga eventual.

Mi Ciberamiga I

Los chats entraron en mi vida por pura casualidad, realmente no necesitaba conocer a desconocidos por internet, pero la versión anónima de mi persona hacía que pudiera entablar conversaciones de cualquier índole con todo tipo de gente, sin que mi identidad se viera comprometida. Inhibirme por completo molaba. Hablar de racismo con nazis, dar lecciones de civismo a un machista, debatir de política y por supuesto, desatar todo lo relacionado con el sexo con alguna amiga eventual.

S...

La apuesta (Relatos de un camarero, 1)

Trabajando de camarero en un pub, aposte con una clienta borracha que si perdia una apuesta se subiria al tapete del billar y me haria un strip-tease completo...y lo hizo, eso y mas...una historia real.

LA APUESTA (Memorias de un camarero, episodio 1)

Trabajo de camarero en un conocido Púb. de Alicante, soy el que siempre cierra el ultimo y entra el primero, ósea, el pringao…pero eso no es obstáculo para que de vez en cuando me lleve una alegría al cuerpo. Esto es un hervidero de tías en verano, algunas vienen a pasarlo bien, otras a follar, exclusivamente, a contar cuando vuelven a cuantos se han ventilado en las vacaciones, y es que, seamos sensatos, las que mandan son ellas en cuestión de se...