Horas extras (II)
La oficina y las horas extras no siempre tienen que ser tediosas o difíciles cuando el equipo de trabajo se compenetra tan bien.
A partir de aquel día, las horas extras se hicieron cada vez más placenteras. La cámara era infaltable, cada encuentro con Jorge era filmado minuciosamente y luego, ya en casa, una motivación más para nuestra relación con Javier. Jorge disfrutaba cada día más, en poco tiempo su aspecto había cambiado, llegaba a trabajar con una sonrisa en los labios. Ya era casi imposible disimular nuestros encuentros frente a mis compañeros, todos murmuraban cuando me llamaba a su despacho a última hora. Aunque ignoraban q...