El ciclo de un amor olvidado

Y de nuevo, como siempre, volví a quererte, a acostumbrarme, a odiarte y a perderte.

No puedo enamorarme.

Y me enamoré.

Mi corazón no es lógico, no recuerdo un solo día de mi vida en que lo haya sido. Ha conseguido nublarme cada uno de los sentidos tornándolos inservibles en muchos momentos de mi vida y haciéndome sufrir retorciéndome de dolor. Y aunque he construido una barrera fuerte, una barrera sin fisuras y con espinas, hiciste un hueco.

Te conocí a desgana, a destiempo en un momento en el que no quería conocerte, y en su día habría dado lo posible por borrar ese m...

El Amo perfecto

¿Existe?

EL AMO PERFECTO

¿Existe?

Hacía rato ya que todos los comensales de aquella mesa llevábamos unas cuantas copas de más. ¿Dónde fue la cena? ¿En casa de Judith, de Helena…? No lo recuerdo bien. Recuerdo que cuando llegué ya estaban todos sentados y empezando a cenar. Mi retraso no tenía justificación, pero a nadie de los que estaban allí pareció importarle, nadie me echó nada en cara. Mi impuntualidad era de sobras conocida por casi todos mis amigos, y en una cena como esta, después de dos me...

Y tan sólo sonreir

Sigo pensando y sigo sonriendo, llevo así ya una hora y media, tumbada en la cama con la luz encendida y mirando hacia el techo.

Sigo pensando y sigo sonriendo, llevo así ya una hora y media, tumbada en la cama con la luz encendida y mirando hacia el techo. Son las tres y cuarto de la mañana y no puedo hacer otra cosa que pensar en ti y sonreír. He llegado a casa hará casi dos horas y lo primero que he hecho ha sido meterme en la ducha y ni siquiera ahí podía quitarme la sonrisa de la cara. Me he tomado mi tiempo, necesitaba sentir el agua caliente caer por toda mi piel. ¿Te has parado a pensar alguna vez en lo dura que es el a...

Ámsterdam (2)

¡Vamos! No te estoy pidiendo que te desnudes, te lo estoy ordenando...

Permanecí quieta, sorprendida, sin decir nada ni desabrocharme un botón.

¡Vamos! No te estoy pidiendo que te desnudes, te lo estoy ordenando. Voy a estar bastante ocupado y quiero ver si merece la pena dedicarte mi tiempo. Quiero ver tu cuerpo. No tienes derecho a negarte a nada, aunque si quieres puedes irte ahora mismo. – Sus dedos golpearon mis sienes mientras me negaba el derecho a la negación. – No tenemos mucho tiempo. ¿Prefieres que abra la puerta y te deje marchar?

Espere –...

Ámsterdam

Estaba encerrada en un avión, con más de cuarenta compañeros de facultad, algunas personas desconocidas y con mi AMO.

Por fin, tras cinco años de esfuerzo, horas y horas de estudio, noches sin dormir, nervios en enero, junio y septiembre, después de prácticamente convertir la biblioteca en mi lugar de residencia y que profesores y compañeros se convirtiesen en mi principal familia, veía el final de mis estudios universitarios y tan sólo un papel, "un título", que sería el pobre equivalente a todas mis horas de esfuerzo, ¡qué triste!, pero al menos tenía una alegría: el viaje de fin de curso (también me costó mis esfu...

Ana y Mía

Hola Bonita...

Hola bonita,

Qué duro se me hace tener que venir hasta aquí para poder "comunicarme" contigo. Bueno, sólo esta vez, esto es demasiado espantoso y real para mi (y para ti también, no te engañes) como para traerlo hasta un blog de internet.

Sin embargo, me alegro de que tú hayas llegado hasta aquí gracias a "mi gilipollez", me alegro de que tu cerebro haya tenido que empaparse de mensajes muy distintos a los que tú y tus enemigas (no seas tonta, nena, no las llames amigas) lo atiborrais las...

El principio de un castigo (3)

Y me arrodillé, me puse a cuatro patas y comencé a andar. Aunque si bien le iba a dar el gusto de hacer algo que odiaba, Él me iba a dar el gusto a mí de no sentirme tan humillada, ya que en todo el trayecto que hice desde que mis rodillas tocaron el suelo hasta que estuve a sus pies mis ojos no se apartaron de los suyos y mi mirada se esforzó a cada segundo en ser más retadora si cabe… - No tienes remedio

Y me arrodillé, me puse a cuatro patas y comencé a andar. Aunque si bien le iba a dar el gusto de hacer algo que odiaba, Él me iba a dar el gusto a mí de no sentirme tan humillada, ya que en todo el trayecto que hice desde que mis rodillas tocaron el suelo hasta que estuve a sus pies mis ojos no se apartaron de los suyos y mi mirada se esforzó a cada segundo en ser más retadora si cabe

  • No tienes remedio

No, no lo tengo. Pero eso tú ya lo sabías cuando me conociste, cuando la primera conv...

El principio de un castigo (2)

Seis errores… y yo que venía dispuesta a comerme el mundo… No me atreví a girarme para mirarle, mucho menos después de haberme dicho que ya le había mirado suficiente a lo largo de la noche

Seis errores… y yo que venía dispuesta a comerme el mundo… No me atreví a girarme para mirarle, mucho menos después de haberme dicho que ya le había mirado suficiente a lo largo de la noche… No le tenía miedo, ni mucho menos, después de tantas horas y tantas noches sentada frente al teclado hablando con Él, tenía mi confianza más que ganada, aún así, el hecho de que ésta era la primera vez que lo veía no me hacía estar muy segura de la situación y mucho menos de mí misma

Había imaginado mil vece...

El principio de un castigo

A veces nos olvidamos de con quien estamos hablando y de muchas otras cosas...

Eran las 9 y cuarto de la noche, y allí estaba yo, en las puertas del hotel Princesa Sofía evitando que el temblor de mis piernas se notara en exceso por cualquiera de los viandantes que pasaban por allí. Era invierno y hacía frío, así que como no me decidiera a entrar pronto acabaría cogiendo un buen resfriado… No era difícil, solo tenía que acercarme al recepcionista caminando con paso firme, y con una buena sonrisa pedirle que me diera la llave de la habitación 807, no sospecharía nada y yo sería u...

Blanco o Negro

No, está claro que no es fácil de ver… pero las cosas no siempre son lo que parecen...

A veces las cosas no siempre son lo que parecen, la más sincera verdad puede acabar siendo la más despiadada mentira, el coche más caro y elegante puede estropearse a los 20 kilómetros de salir por la puerta del concesionario, la montaña más ardua puede ser la más fácil de escalar, la mejor hija y estudiante puede acabar siendo la más puta de las sumisas

¿Dirías eso de mí si me vieras? ¿Si te cruzaras conmigo en un parque o en la calle más transitada de toda Barcelona? ¿Qué verías en mí? Puede q...