Sumisa traición
A veces la montonía nos lleva a fantasear con situaciones de alto riesgo, el problema es que a veces esa fantasía está más cerca de hacerse realidad de lo que pensamos y en nuestras manos está el dejarla pasar de largo o entregarnos ciegamente a ella
A lo lejos veo como se acerca tu coche, aquel coche que me conducirá al más profundo pecado, a un mundo de perversiones e inmoralidades. Paras justo delante de mí, apenas puedo moverme. Me abres la puerta y con un sutil gesto, disfrazado de orden, me pides que entre dentro. Me siento y te miro, nos miramos, con miedo, con intensidad. Mientras conduces mis ojos descienden a la carnosidad de tu boca y de ahí a la línea que marcan tus vaqueros en medio de tus piernas. Intento preguntarte hacia dónde vamos, per...