Solo recuerdo dolor

Un desconocido me viola con un sadismo inexplicable.

Aquel año había decidido matricularme en la facultad en horario de tarde. Me gustaba la noche y no soportaba madrugar. Recuerdo que mi madre me dijo una y mil veces que era peligroso volverme en el último metro, que no iba nadie más que cuatro borrachos y tíos y tías dispuestos a irse de marcha, pero yo no le hice caso. A mí me daba más miedo el día y su claridad. Hasta que pasó lo que pasó.

Una de aquellas tardes heladas de invierno, volví a coger el metro para volver a casa y todo parecía norm...