Soy tu perro

Solo necesitaba un empujón para hacer todo lo que me pedía...

Solo, tranquilo y cargado de maletas buscaba mi asiento en el tren destino a Madrid. El puente había terminado y tenía que volver a la rutina de siempre. Hace tan solo unos días, en otro de mis regresos a Madrid, la situación había sido bastante diferente: Miraba de un lado al otro para ver si podía tener la suerte de no tener nadie al lado para así poder cumplir sus órdenes sin el miedo a ser visto por nadie

En cierto modo me gusta exhibirme… Aún así, me cuesta dar el paso de enfrentarme a una...