Esclava madura para Amo joven (4)
La clavada era deliciosa, su amigo se movía fantásticamente, pero todo el placer era cortado por sus azotes, primero en una de mis tetas, luego la otra, mientras me llamaba desobediente, me decía que tenía que entender que yo estaba ahí para follar, que ese era mi puesto en esa casa...
Continuación de: https://www.todorelatos.com/relato/151744/
Todas las noches desde que llegué dormía atada en X y con vibradores en vagina, culo, clítoris y pezones, que se apagaban y se encendían cada 15 minutos, lo que me impedía dormir y descansar, y que me mantenían cansada y en constante excitación.
Al amanecer del lunes mi Amo no me quitó los aparatos, se bañó y se vistió, y me dijo que él tenía que ir a la universidad y la empresa, que más tarde su madre vendría por mí, que la tratara sie...