Por puta
Estábamos en la celebracion de una boda y yo no podía soportar la atraccion sexual por mi hermana que trabaja de prostituta, estaba hermosa y provocadora como nunca, y aproveché que fue al baño para forzarla.
Estábamos de invitados en una boda familiar, mi esposa y yo, y sentada enfrente, al otro lado de la mesa, ella, mi hermana, 54 años, a la que hacía tiempo que no veía. Es prostituta, y sigue siendo una mujer hermosísima, melena rubia, ojos verdes, anchas caderas y unas piernas magníficas torneadas por sus zapatos de alto tacón.
Mi hermana lucía un vestido ligero, con un amplio escote que mostraba el nacimiento de sus tetas hermosas y una espalda espléndida dorada por el sol. Yo la miraba y...