La vecina
Aquel día hacía un calor horrible y en clase todo el mundo estaba ahogado, incluso con las ventanas abiertas no hacía una pizca de brisa. La profesora nos estaba dando una clase de historia que, a mí, me parecía de lo más monótona.
Aquel día hacía un calor horrible y en clase todo el mundo estaba ahogado, incluso con las ventanas abiertas no hacía una pizca de brisa. La profesora nos estaba dando una clase de historia que, a mí, me parecía de lo más monótona. Cuando miraba alrededor, mis compañeros tenían la misma pinta que yo, medio dormidos, dibujando... pasando el rato. Tengo la suerte de estar al lado de la ventana y en este tipo de clases me entretengo mirando a la calle, además tengo el edificio de enfrente muy cerca y alg...