Pesadilla
El roce de su lengua sobre mi capullo y el mete saca que sus labios ejercían en todo mi miembro.
Aquella tarde fue una pesadilla
Yo me encontré al borde de ser portada de los medios informativos. Mi esposa tenía ganas de tocarme los pelendengues y me los tocó bien. La discusión por su familia subió de tono y como buena discutidora provocó mi ira de forma premeditada. No se que buscaba pero mis manos tomaron aquel cuchillo de mesa y mil sombras pasaron por mi mente.
Afortunadamente fui capaz de contar hasta diez y dándome una tregua mayor decidí seguir contando fuera de mi casa.
D...