Nuestra segunda salida...
En la primera salida, muy novata, pero ya en la segunda nos atrevemos mas.. y como que masssss...¡¡¡ mmm.
Acababa de llegar a casa, y estaba a punto de meterme en la ducha cuando sonó el timbre. Supuse que era Paloma, la adorable señora que me alquilaba el piso, así que abrí sin ni siquiera preguntar. La cara que puse cuando abrí la puerta tuvo que ser para enmarcar. Allí, en mi rellano, con una bolsa de deporte al hombro y los ojos secos de tanto llorar estaba Aarón, pidiéndome entre sollozos que le dejara entrar.
Le preparé una tila mientras ambos recobrábamos la compostura, y me senté junto a él...