Las primas

Dos primas adolescentes descubren el deseo, el placer...

LAS PRIMAS

Los ruidos y el bullicio amainan.

Ha sido un día muy caluroso, y con la llegada de la noche se percibe un frescor reconfortante. Los vecinos de la tranquila calle recogen sus sillas y se despiden de los demás miembros de la habitual tertulia a la fresca.

Las voces en la casa de los abuelos se aquietan, las luces se apagan, el silencio y la penumbra lo envuelven todo, cuando la última mecedora detiene su columpiar. Es la hora de dormir.

Y es la hora ansiada y secret...

Las miradas lo dicen todo

Una cena íntima para dos parejas tiene un desarrollo poco usual...

LAS MIRADAS LO DICEN TODO.

Abro la puerta. Te miro, me miras. Nos damos un beso en las mejillas, con una amable sonrisa. Al besarme, me siseas al oído, muy bajo, a modo de saludo:

-- Voy sin bragas

Pongo cara de póquer y trato de aguantar el tipo, y la sonrisa.

Tu marido y mi mujer también se saludan. Después, él y yo nos damos un apretón de manos. Bueno, ya estamos todos, pero esto no es una simple cena para cuatro.

Esto es algo demencial, y... muy excitante....

Pura adrenalina

Un matrimonio realiza un trámite burocrático, pero surge algo inesperado...

PURA ADRENALINA

Ella observó cómo su marido se fumaba en silencio su último cigarrillo, recostado en la única ventana que tenía aquel pequeño salón de espera, mientras observaba desde lejos el dibujo de su perfil, la mirada de él, un tanto endurecida por la cuota de amargura que cargaba, su pelo cada vez más empobrecido y canoso (pero muy bien cortado); ahora podía ver difuminado todo su rostro entre una laxa bocanada de humo, tan turbio y agonizante como lo que iba quedando del escaso amor...

Ejecutiva implacable

Una ejecutiva fría e implacable esconde un pequeño secreto...

Noelia miró con apatía los mostrencos rostros de los asistentes a la reunión. Reunión urgente e importante, le habían dicho. ¡Urgente e importante! Con toros más difíciles había tenido que lidiar.

Ni siquiera a los decrépitos miembros del Consejo de Administración les permitía abrir la boca, y mucho menos para contradecirla.

A un buen observador, le parecería una mujer espléndida, aunque de presencia austera. Coqueteaba con la cuarentena, aunque aún no había escrito nunca el fastidioso dígi...