La garganta profunda
Una anécdota aislada de mis relatos que vengo a compartir a continuación.
Serían las doce de la noche en el bar al que, tras un largo día de biblioteca y estudio, unos amigos y yo habíamos decidido ir a tomar algo. Éramos un grupo de 5 o 6 personas, y entre la gente vino una chica con la que yo ya me había liado anteriormente (me la presentó este mismo grupo de amigos). Se llamaba Lucía, y era una chica morena, con unas tetas muy respetables, cálidas y bien tersas. Su culo tampoco era cosa menor, y siempre lo lucía con desparpajo. Ya fuesen vaqueros, mallas o chándal, su culo con...