El sesentón me inició 3
Continúa la historia con aquel sesentón que me enseño el sexo siendo yo joven (podría estar en sexo gay, pero que lo piense cada uno, al final es con un maduro) Es importante leer las dos anteriores para seguir la historia.
Y seguía pasando el verano, iba casi cada día a ver a mi secreto maduro. Y cada día tenía ganas de estar un rato con él y cada día me iba de nuevo a casa con ganas de seguir teniendo sexo con él.
Desde que me regaló aquella braguita con abertura central y algo de encaje, tenía unas ganas tremendas de estrenarlas y, cómo no, de estrenar la cama que me había preparado con esmero en el piso de arriba de su chalet. Estaba impaciente porque llegara el día en que pudiese quedarme a dormir, a pasar todo un d...