Susana, mi compañera de equipo
Pensaba que era pasajero, pero comprendí que lo que realmente me gustaban eran las mujeres...
Después de la experiencia con Rosana, descubrí que las chicas también me atraían, quizás no tanto como los hombres, pero desde luego me hacían sentirme de igual a igual, y podía saber a ciencia cierta qué es lo que realmente quería mi pareja en ese momento. Y comprendí que no estaba sola, que éramos muchas las que, en un momento u otro, habíamos sentido algo parecido por otra mujer. El problema era que lo escondíamos, que no éramos capaces de expresar nuestros sentimientos. No me costó mucho encontrar...