Ayúdame a recordar 12
En ese instante un coche salió de la nada, del frenazo que di y con la velocidad a la que iba salí volando por los aires, el coche pasó de mí y se dio a la fuga, seguramente por miedo a haberme hecho algo.
No podía creer lo que estaba escuchando, no podía ser cierto, no podía ser cierto. En ese mismo instante mi corazón se paró de golpe, la respiración me faltaba. Ella había clavado sus ojos en mí, yo intenté buscar algún signo en ella que me dejase saber que lo que Sergio había dicho no era cierto, pero no pude ver nada. Sentí como mi corazón volvía a ser apaleado, por la misma persona, del mismo modo, por la misma razón.
Marta: ¿De verdad?- preguntó asombrada.
...