Soy La Mujer del Jefe II
Mi vida de nena sigue en la prisión con muchas sorpresas en mi vida
Mi vida transcurría como nunca la había soñado, pero era maravillosa, estaba enamorada(o) de mi Jefe Negro, era su nena servicial, todo el día era una mujercita que le cocinaba, lavaba su ropa y hasta lo bañaba, esta era una mis ocupaciones favoritas porque siempre terminábamos teniendo sexo en la ducha frentes a sus hombres, que se excitaban y hasta se masturbaban, mientras me taladraba el culo bajo el agua. Casi todos los días teníamos sexo, si él estaba cansado yo le hacía una buena mamada para relajarlo...