Mi primer trío
Cómo Laura se convenció de lo bueno que sería formar un trío con su chico y otro voluntario. Paso a paso, confiesa cómo resultó la "noche señalada"
Estaban en la cama. Habían terminado de follar y, como siempre, había sido totalmente satisfactorio. Después del coito en sí, hubo mimos, charleta y más tarde el silencio, adoptando ambos la postura típica de irse a dormir y quedándose cada uno con sus más recónditos pensamientos.
Él se sentía totalmente enamorado e íntimamente satisfecho. Todo, absolutamente todo lo buena que ella era en la cama, se lo había enseñado él. Le había enseñado a gozar, tanto dando como recibiendo. Le había enseñado algo e...