De esposa a sumisa (parte 5)
Algunos regalos son mejores que otros.
Antes de nada, quiero pedir perdón por haber tardado tanto en continuar. Sin más, aquí el relato:
Tras horas delante del ordenador, ya tenía el regalo perfecto. Un lugar que cumplía todos los requisitos. Anoté el teléfono y salí a la calle para llamar a solas. El chico que me atendió al teléfono era bastante simpático, y le expliqué con detalles lo que quería. Tras volver a casa, solo faltaba esperar al momento adecuado para poder usar el móvil de mi esposa sin que ella lo supiera. Esperé a que se duc...