Juegos III
La terraza.
Abrí la puerta y lo deje pasar, me saludo con una sonrisa y una mirada que me dejo desnuda, cosa no muy difícil, solo tenia puesta la camiseta. Esa mirada la tome como una invitación para seguir con mi juego, cogí un detergente y un cepillo de la cocina y salí a la terraza dispuesta a limpiar la persiana y de paso darle un buen espectáculo. Cuando salí a la terraza empezaba a calentar el sol, mediados de Julio por encima de los 35 y con una humedad muy alta, bochorno, cogí la manguera y me lie con la persia...