Casi descubiertos.

A mi novio Alex y a mí se nos ha vuelto una costumbre ver películas en su casa por las tardes. Todo era Netflix y diversión hasta que nuestros instintos se aprovecharon de nosotros.

Alex me ha invitado a su casa. Desde que se rompió la pierna jugando fútbol, tiene que mantenerse en reposo por un lapso de tiempo que siempre me repite y yo siempre olvido.

Bebidas, papas fritas, almohadas y el control de la TV es lo único que necesitamos cuando estamos en el sillón de piel café oscuro de su sala. Nuestros viernes han sido así desde su accidente. Acostumbrábamos salir al cine o a algún bar para pasar el fin de semana, pero ahora a Alex y a mí nos ha dado por quedarnos en casa viendo...

Fisgona.

No sé qué tiene este chico que me vuelve loca. Juan Pablo es, realmente, un hombre de ensueño, pero está totalmente fuera de mi alcance. Soy tan promedio que nunca se fijaría en mí, pero mi visita "acosadora" al vestidor de hombres me muestra que, tal vez, sí puedo llamar su atención.

Suspiro a la vez que me pregunto si será normal que alguien como él me guste tanto.

Desde mi lugar, sentada en la cafetería de la escuela, puedo ver a Juan Pablo con toda claridad. Por supuesto que él no nota mi mirada, soy una chica tan promedio que jamás notaría mi presencia.

Pero eso no me importa. Sigo mirándolo. Seguro que si cualquiera pudiera darse cuenta de lo que estoy haciendo, diría que parezco una tonta.

Es que no puedo evitarlo. Juan Pablo es guapísimo. Está riendo con su grup...

Por un poco de alcohol

Camila, una joven que sabe muy bien cómo conseguir un trago gratis engañando a hombres en clubes nocturnos, recibe una lección de parte de Sebastián.

¿Qué debes hacer cuando el alcohol es tu único escape de la vida real? ¿Qué se supone que es lo correcto, cuando lo único que deseas es sentir el vodka quemando tu garganta?

Yo sé muy bien la respuesta a todo esto, y déjenme decirles que es de lo más fácil conseguir alcohol, sin pagar ni un solo centavo.

Solo debes ser muy inteligente.

Me llamo Camila y tengo veinticinco años. Después de terminar de estudiar mi carrera como programadora, mis padres me regalaron un modesto departamento en l...

Carretera, testigo de todo.

Se suponía que Andrés y yo iríamos a almorzar, pero por cuestiones que aún no entiendo, terminamos en una carretera haciendo cosas que seguramente mis padres jamás consentirían.

Azoté la puerta detrás de mí y tomé aire. Justo frente a mi casa estaba estacionado el auto de Andrés, y él, esperándome dentro.

Me alisé la falda por milésima vez y camine hacia él.

Andrés y yo asistimos a la misma preparatoria. Es mi novio. Bueno, si es que le puedo llamar así. Tenemos una relación algo inusual, si me lo preguntan. Él y yo no tenemos reglas entre nosotros, es decir, podemos hacer lo que se nos pegue la gana con quien queramos y ninguno se molesta por ello. Es verdaderamente pe...

A cientos de kilómetros.

Mi situación es bastante graciosa. No, no conozco a Christopher en persona. Lo conocí en uno de esos sitios de citas en Internet, y fue por mera casualidad. Él fue mi primera experiencia en el mundo del cibersexo.

Él me hablaba todos los días. Invariablemente recibía un mensaje de texto en mi móvil por las mañanas, y una llamada, corta pero agradable por las noches.

Él era realmente fantástico.  Jamás pensé que yo tendría la oportunidad de conocer a un hombre de esa magnitud. Y es que Christopher parecía ser de otra dimensión, o por lo menos sus fotos así lo mostraban.

Mi situación es bastante graciosa. No, no conozco a Christopher en persona. Lo conocí en uno de esos sitios de citas en Internet, y fue po...

Esa noche

Una alocada fiesta en la playa no sería la primera opción para Mackenzie. Se siente en el lugar incorrecto hasta que conoce a Arthur y vive una de las mejores noches de su vida.

El fresco aire de verano hacia que su castaño cabello revoloteara. Tenía el rostro asomado por la ventanilla del auto, apreciando cómo la polvosa autopista se iba haciendo cada vez más grande.

Era sábado por la tarde, y el cielo estaba claramente despejado, prometiendo una exposición de deslumbrantes estrellas por la noche.

Mackenzie se quitó un mechón de cabello que le estorbaba de la cara. Volteó hacia el asiento del conductor, donde estaba sentada Kate.

—No tienes idea de cuánta gente v...

Rápido, o Dios nos verá

Terry Warren es la joven perfecta: católica, inocente y devota. Nadie sospecha de su verdadera personalidad, hasta que Arthur, un miembro de la iglesia lo descubre de la mejor manera posible.

Abrió sus ojos lentamente, como si los párpados le pesaran. Era la primera vez en toda la semana que despertaba con gozo, pues era sábado y eso significaba que no había clases en la preparatoria.

Estiró sus blancos y delgados brazos por encima de la cabeza, haciendo que sus costillas se abrieran y permitieran una mejor circulación del aire. Bostezó mientras se sentaba sobre la cama de piernas cruzadas.

Se talló los ojos con el dorso de las manos y sacudió la cabeza, alborotando su bellísimo cabe...

Me interesas.

Roger piensa que toda su familia es aburrida y sin nada interesante, sin embargo, conoce a Peri, su prima de Escocia, quien lo hace cambiar de opinión bajo una máscara inocente.

La familia de Roger Lowell era simplemente la peor en la que pudo haber nacido, pensaba él.

Además de ser quejumbrosos y recatados, cada una de sus fibras eran cien por ciento cristianas, cosa que Roger odiaba.

Siempre tenía esa sensación de no pertenecer ahí, de no encajar, desde que tenía 17 años, y ahora a los 20 estaba convencido de que ese no era su lugar. Él no creía en ninguna de las palabras que decían en la iglesia, a la cual iba más a fuerzas que por ganas todos los domingos.

Anh...