Clases particulares de sexo 2

Siguen las clases particulares. Progresando adecuadamente.

Eva llegó a la recepción del hotel y pidió la llave de la habitación. El encargado, un hombre joven miró bajo el mostrador y la miró a los ojos.

―Ya está arriba su… ―se interrumpió a no saber que tratamiento debía usar.

―Cliente. Es abogado y yo estoy haciendo algunas averiguaciones para él. Pero eso no debe salir de aquí. ¿Estamos? ―aclaró Eva sonriendo.

―Perdón. Es que no sabía si eran... ya sabe… pareja ―se justificó él.

―¿Para intentar seducirme? ―Eva se permitió una sonrisa sedu...

Clases particulares de sexo

Un hombre agobiado por sus escasos conocimientos en cuestión de sexo busca ayuda para complacer a su mujer.

30 años, 1,80 de estatura, 80 kg de peso, fibroso, moreno, ojos negros que parecen mirar desde el más allá y brillaban con un fuego especial cuando miraba a su mujer. De su carácter se puede decir que era un romántico, con esa gracia que da el manejo hábil de la ironía aunque nunca mordiente, fiel hasta la muerte y orgulloso de cumplir siempre la palabra dada. Ese era Juan.

De su esposa poco puedo decir más allá de su aspecto. Apenas la conocí pues solo coincidimos un par de veces y aparte de los salu...

¡Quiero ser madre!

Una relación rota, un ansia por ser madre, un padre viudo.. tenía que suceder.

Mi nombre es Arturo pero todo el mundo me llama Turi. Tengo 55 años y estoy viudo desde que un hijo de puta pasado de coca se saltó un paso de peatones hace uno. Era mi segundo matrimonio. Del primero me quedó un hijo. Del segundo una hijastra a la que quiero como si fuese mía. A fin de cuentas, cuando la conocí, tenía apenas quince años y como decía su madre, fui más padre que el biológico que se fue a por tabaco y debe estar buscando aún el estanco. Yo la “bauticé” con el nombre de Nana, diminutivo cariño...

Las pastillitas milagrosas

Mi mujer había llegado a la menopausia. Pero descubrió unas pastillas que son la bomba

Me llamo... ¿Qué más dará cómo me llamo? Bueno, vale. Me llamo Juan. Total, nunca sabrás si este es mi verdadero nombre...

Tengo 55 años (esto sí es real) y estoy casado con Pepa desde hace treinta años. No nos va mal, al contrario. Nuestro matrimonio siempre estuvo basado en la confianza y el respeto mutuo. Es algo que nunca debe faltar.

Tenemos unos amigos, también matrimonio, de nuestra edad. Pasamos mucho tiempo juntos e incluso ellas, Pepa y Amparo trabajan juntas. No sé si es cierto eso de...

Mereces un castigo

¿La infidelidad debe castigarse? ¿Y el abuso? Un abusón y una infiel descubren que las faltas siempre reciben un castigo. Aunque sea deseado.

Este relato lo publiqué hace tiempo con otro título. En quel momento duró varias entregas. Pero no quedé del todo convencido del resultado. Esta vez lo hice un poco más corto y le cambié el final y unas cuantas cosas más. Espero que te guste y te resulte de lo más excitante. A fin de cuentas lo he escrito para ti y para eso.

Mis amigos me llaman Nesto. El resto no importa. Pero si sientes curiosidad te diré que soy un tipo normal que se cuida. Tengo todo el pelo y aunque no estoy mal he de reconocer q...

Náufragos

Una señora y su esclavo se salvan de un naufragio. El resto... te lo puedes imaginar

1

El galeón había salido tres días antes de la Habana en dirección a Sevilla. Era un viejo cascarón del que su capitán se sentía muy orgulloso. Decía que era el buque más marinero que surcaba los siete mares y ningún corsario había logrado nunca atrapar por su velocidad. El tiempo permanecía tranquilo y una ligera brisa por el costado de estribor lo arrastraba con menos velocidad de la que sus pasajeros deseaban. En el castillo de proa un hombre y una mujer miraban al horizonte como buscando el puerto...

Arreglando la familia 4 y final

Tal vez había llegado el momento de meter a Alf en el grupo. Tanto Vicki como yo estábamos convencidos de que metidos en harina y con Vicki en el grupo se entonaría lo suficiente como para follar también con mamá. Todo era calentarlo.

Dos días después quedé con Vicki de nuevo en el parque. Necesitábamos hablar de lo que haríamos a continuación. Esta vez apareció sola y para mi desgracia con pantalones, aunque eran elásticos y marcaban cada curva de su cuerpo como si fuese desnuda. No me dejaría su tanga de recuerdo.

—Hola Nesto —saludó alegre en cuanto llegó sentándose a mi lado.

—Hola, hermanita —contesté con un beso.

—¿Qué hacemos ahora? —preguntó yendo al grano directamente.

—Yo le plantearía a mamá lo que papá...

Arreglando la familia 3

...las dos mujeres quedaron tendidas una sobre otra rendidas y satisfechas. Vicki se dejó caer a un lado y aproveché para besarla para dejarle saborear los fluidos de su madre...

A partir de ese día, cada vez que me encontraba con mi madre, procuraba acercarme con disimulo. Le tocaba el culo cuando me cruzaba con ella y buscaba acariciarla cada vez que tenía ocasión. Aunque no entraba al trapo, tampoco protestaba. Incluso en ocasiones me hizo un mohín como llamándome travieso en forma cariñosa. Eso me daba pié para acercarme más. No tardé más que tres días en acercarme a ella mientras fregaba los cacharros del desayuno sabiendo que estábamos solos. La agarré por detrás con fuerza y...

Arreglando la familia 2

Pudimos oír como mamá le preguntaba a nuestro padre si tenía una amante. Si era que ya no la deseaba. Si no la amaba. Él lo negaba todo y ella insistía en que tenía que ser así. Finalmente lo amenazó con buscarse ella un amante si él no era capaz de complacerla y satisfacer sus necesidades.

El dormitorio de mis padres y el mio estaban separados por un tabique y enfrente al mio estaba el de Vicki. Una noche, casi una semana más tarde del encuentro con mi hermana, yo estaba desvelado. En realidad llevaba casi toda la semana así. Estaba preocupado por la confesión de Vicki y no dejaba de darle vueltas.

Encima estaba deseando que se colase de nuevo en mi dormitorio para repetir la experiencia.

Y para acabar de rematarlo era

Seguía haciendo calor y mi madre solía andar por casa co...

Arreglando la familia 1

Una familia está a punto de romperse. Los hijos intentarán solucionarlo a su manera

Las cosas no suceden por casualidad. Pero si aprovechas las casualidades, puedes lograr que sucedan cosas.

Me llamo Nesto, tengo 30 años y una hermana gemela que se llama Vicki. Dicen que los gemelos pueden sentir lo que sienten sus hermanos incluso a distancia. Si eso es verdad, mi hermana y yo no estamos tan unidos. Pero sí que con sólo mirarnos podemos saber cómo nos sentimos: tristes, alegres, preocupados, melancólicos e incluso cachondos perdidos.

Siempre hemos estado muy unidos y creo que...