De forzada a entregada
De como de ser forzada a tener sexo, finalmente acabé totalmente entregada y disfrutando
Ahí está otra vez el vecino de en frente en su ventana sin quitarme la vista de encima.
Esto es lo que me venía siempre a la cabeza cada vez que salía a la calle y estaba él en la ventana, me sentía observada, y no observada como lo hacía un curioso, sino observada como lo haría alguien que te devora con la mirada.
El vecino en cuestión, se había mudado con su pareja hacia más o menos dos meses. Eran una pareja que debía pasar la treintena de años. El era bien parecido, moreno, delgado y corte d...