Aquel maduro me folla y mi marido nos ve por Skipe
Este creció de una forma escandalosa y ahora se perfilaba en aquel fino y claro pantalón, una barra de carne dura y rígida que me hacía palpitar de gusto.
Había ido esa mañana a la playa sola, pues mi pareja Mario tenía asuntos que resolver en hacienda, y aunque la mañana estaba algo fresca y nublada me apetecía un baño y un paseo por la arena.
Tome el sol,pero como hacia algo de fresco y se comenzaba a nublar amenazando algo de lluvia, decidí pasear por la arena, llegando hasta un espigón donde suelen ponerse algunos a pescar.
Pase atrevidamente por las piedras hasta el fondo pues las vista desde allí de la playa son magníficas, cuando de pront...