El mayor espectáculo que mi mujer me podía brindar
Nuestra primera visita a un pub liberal, acaba con Carla montándoselo con otra mujer, y yo disfruto viéndolo.
Y por fin, tras tanto insistir-le a mi mujer, consigo que nos escapemos a Barcelona un fin de semana (de viernes a domingo). Y hasta el momento, mientras compartimos la cena del sábado por la noche en una marisquería, ha ido todo de perlas. Llegamos la noche anterior al hotel, nos instalamos, bajamos a comer algo y follamos, follamos como locos. Por la noche, y el sábado por la mañana repetimos. Carla, a la que ya conoceréis por otros relatos, es el objeto de mis más pervertidas fantasías. Siempre me la he...