La playa inolvidable
Me hundió su sexo hasta que sus ingles se adhirieron fuertemente a mí y luego se derrumbó en la corriente lenta del mar que nos rodeaba.
LA PLAYA INOLVIDABLE
Ulises, Juan y yo habíamos salido de campamento el fin de semana en la playa. Temprano por la mañana armamos nuestras dos casas de campaña, la grande para Ulises y para mí, donde también almacenaríamos la comida, y la más pequeña para Juan. Luego disfrutamos el oleaje del mar y jugamos un rato. En un mar de tonalidades esmeraldas las olas iban y venían, en un rítmico vaivén, acariciándonos el cuerpo. Eramos jóvenes en plenitud, entre 18 y 19 años, ávidos de aventura y experi...