Sexo, mentiras y noches de verano (7) (Final)
Así termina la historia.
Caminaba pensativo pues quizás fuera algo desesperado por mi parte ir sin dudarlo a encontrarme con ella. Además no me había dicho ni de ir a su casa ni a la mía. A mis treinta y pico años había salido casi disparado solo porque la niñata de veinte había tenido a bien escribirme.
Llevaba unos diez minutos esperando dentro del coche. No entendía cómo tardaba tanto. Por otro lado no estaba demasiado tenso. “O me la follo hoy o la mando a la mierda”, me decía de tanto en cuanto. Con respecto a Paula tamp...