La duende de Santa

La fantasía de Anna es que Santa le rompa el culo para navidad y Santa hará todo lo posible para hacer feliz a su duende cachonda.

Cuando era pequeña moría por ser llevada a ver a Santa. Le hablaba sobre lo que escribía en mi carta y le pedía que hiciera mis deseos realidad. Eso fue hasta hace poco, cuando las cosas empezaron a cambiar.

Un día yo era una niña ilusionada por ver al hombre del traje rojo y al siguiente era una adolescente con estos pensamientos retorcidos donde santa me sentaba sobre su regazo y me azotaba por ser una niña mala.

Todo es culpa de mamá, ella me obligó a ir hasta que tuve 18 años, como si ya de...

Con la miel en los labios: Parte final

Me convertí en prostituta por necesidad, pero los gemidos que salen de mi boca no tienen nada que ver con los gajes del oficio. Me gusta el dinero, pero me gusta más cuando chupan mis tetas mientras me hacen chupar un buen coño.

Nota: Como autor y lectora, les rescomiendo que lean las partes anteriores antes de esta. La idea es que lleven la continuidad de la historia. Es una historia continua, una sesión de sexo muy larga dividida en tres partes.

Dicho esto, gracias por leer.

............

-Muy bien –la voz de la señora Rogers me hace volver a la realidad y la miro con el ceño fruncido.

Trepa sobre la cama hasta que llega al lado de su esposo. Le hace una seña y él se echa boca arriba al otro lado....

Con la miel en los labios: Parte 2

Me convertí en prostituta por necesidad, pero los gemidos que salen de mi boca no tienen nada que ver con los gajes del oficio. Me gusta el dinero, pero me gusta más cuando chupan mis tetas mientras me hacen chupar un buen coño.

Intento nivelar mi respiración y volver a enfocarme, pero el señor Rogers me coge entre sus brazos y me lleva hasta la cama. Lo miro con el ceño fruncido cuando, a pesar del persistente bulto en sus pantalones, me deja con delicadeza sobre la cama.

Él solo retrocede y luego voltea a mirar hacia su esposa.

-¿Estás segura de esto? –pregunta con voz ronca, puedo ver su lucha.

Siento pasos e intento reincorporarme, pero unas manos sostienen mis hombros y luego aparece la cabeza de la señora Ro...

Con la miel en los labios: Parte 1

Me convertí en prostituta por necesidad, pero los gemidos que salen de mi boca no tienen nada que ver con los gajes del oficio. Me gusta el dinero, pero me gusta más cuando chupan mis tetas mientras me hacen chupar un buen coño.

La vida es dura, siempre lo ha sido.

He intentado luchar para salir adelante toda mi vida y pensé que estaba mejorando, hasta que conocí al papá de Leon, mi bebé. Creí que éramos el uno para el otro, pero al parecer el maldito solo se había obsesionado con mis tetas. En el momento en que dejé que me chupara las tetas mientras me follaba con su diminuta polla, se esfumó como por arte de magia.

¿Quién diría que una polla pequeña incapaz de llenar tu coño podría embarazarte a la primera?

No v...

Lo que escondo en el ático

La vecina de Ivy desapareció misteriosamente y la policía toca su puerta. Dicen que quieren echarle un vistazo al ático, pero no puede permitirlo. Su único consuelo es que son hombres y si hay algo que se le da bien a Ivy, es hacer que se corran en su boca.

Durante mucho tiempo, soñé con la idea de esculpir el rostro más humano que el mundo haya podido ver así que rogué a mamá por un kit de tallado. Practiqué y practiqué hasta que mis manos se acalambraron y se volvieron rojas, pero aun así, continué y nunca pude lograr el acabado que necesitaba.

Pensé que si me esforzaba podría alcanzar mi sueño.

Mamá una vez dijo que el arte se vive en cualquier clase de material que tuviéramos a la mano, así que decidí que no solo tenía que resignarme a moldear...