Uno de los beneficios del tratamiento hormonal
Pude de inmediato sentir su inmensidad. Era tan grande que ardía extraño, de una manera difusa. Haciendo muecas, contuve los quejidos como pude y opté por contener con la mano mi pene flácido que rebotaba de un lado hacia otro
Me recargué sobre la cama colocando ambas manos sobre ella para ofrecer mi culito que ya estaba bastante deseoso de ser penetrado. Mientras, él aún continuaba jalándosela pues decía era la primera vez que estaba con una chica trans como yo, y al parecer eso le causaba interferencia para mantener una erección prolongada.
Con mis dedos embadurnados de lubricante recorrí toda la zona de mi ano, intentando humectar tanto como fuera posible para poder recibir una cogida de lo más placentera. Mi cabello riz...