Todo queda en familia II: La guarra de mi tía

Ahí estaba la puta de mi tía: Sudada, en tensión, con los melones medio salidos del sujetador y llenos de babas espesas y los pantalones por las rodillas, con unas bragas de color carne caladísimas que ya dejaban ver un buen chuminazo de madura, peludito, con unos labios bien carnosos chorreando

Ahí estaba la puta de mi tía: Sudada, en tensión, con los melones medio salidos del sujetador y llenos de babas espesas y los pantalones por las rodillas, con unas bragas de color carne caladísimas que ya dejaban ver un buen chuminazo de madura, peludito, con unos labios bien carnosos chorreando como seguramente no había chorreado en su puta vida.

Mi tía no paraba de mirarme el pepino, gordo, hinchado, con las venas a reventar, y lleno de su baba espesa. Podía ver en su cara la vergüenza de la situaci...

Todo queda en familia I: La guarra de mi tía

En un chat me encuentro a una cerda madura, que resulta ser mi tía, es hora de comerme ese coñito maduro y esas tetazas, quiera o no la cerda...

La verdad es que soy un puto cerdo, no lo voy a negar. Si no estoy buscando coño como un mono salido me la estoy pelando con porno o alguna cerda que se ponga a tiro por cam. La pena es que no suele haber mucha guarra suelta por los chats, y la mayoría de veces son maricones con ganas de macho de verdad que se hacen pasar por tías.

Resulta que el otro día estaba en el chat, pepino babeando entre las piernas y salido como un puto mono, y empiezo a hablar con una guarra, “Madurita54″ se llamaba. Ya desd...