Todo queda en familia II: La guarra de mi tía
Ahí estaba la puta de mi tía: Sudada, en tensión, con los melones medio salidos del sujetador y llenos de babas espesas y los pantalones por las rodillas, con unas bragas de color carne caladísimas que ya dejaban ver un buen chuminazo de madura, peludito, con unos labios bien carnosos chorreando
Ahí estaba la puta de mi tía: Sudada, en tensión, con los melones medio salidos del sujetador y llenos de babas espesas y los pantalones por las rodillas, con unas bragas de color carne caladísimas que ya dejaban ver un buen chuminazo de madura, peludito, con unos labios bien carnosos chorreando como seguramente no había chorreado en su puta vida.
Mi tía no paraba de mirarme el pepino, gordo, hinchado, con las venas a reventar, y lleno de su baba espesa. Podía ver en su cara la vergüenza de la situaci...