Mi tía me lleva el café a la cama...
A mi tía siempre le gustó calentarme y volverme loco, sabía que me pajeaba siempre con ella y cada vez me ratoneaba más.
A mi tía siempre le gustó calentarme y volverme loco, sabía que me pajeaba siempre con ella y cada vez me ratoneaba más.
Me invitaba los veranos a su casa de campo, y con los años cada verano era una experiencia única...
Yo tenía mi habitación al lado de la de ella, y cada mañana hacía el café uno de nosotros...
A medida que iban pasando las mañanas de aquel año, cuando ella me llevaba el café yo la esperaba desnudo, primero tapado con las sábanas, y al cabo de los días pensé, iría mo...