El Voceador
Lo más difícil fue dar el primer paso - lo demas llego solo.
Como todas las mañanas me dirigía a mi oficina, la avenida estaba saturada de autos y autobuses, era el mismo cantar de siempre a esa hora. En tramos los autos iban casi a vuelta de rueda. Cuando vas con prisa te parece que las luces de los semáforos duran una eternidad. Al llegar al entronque más conflictivo, las filas eran enormes, pero como todos días, mi distracción en esa parte del camino, era el ver a un jovencito que vendía los periódicos del día, lo había visto crecer, ya que desde niño se ded...