Una tarde inolvidable
Si me lo hubiesen contado hace tan solo unos días no lo habría creido.Acababa de acostarme con la mujer de uno de los camareros del bar donde suelo ir normalmente a tomar café.
Si me lo hubiesen contado hace tan solo unos días no lo habría creido.Acababa de acostarme con la mujer de uno de los camareros del bar donde suelo ir normalmente a tomar café.
Empezaré por el principio, que es por donde empiezan todas las cosas.Me llamo Pablo, tengo 33 años, trabajo en una fábrica de automóviles y desde que tengo uso de razón siempre he estado obsesionado con el sexo.
Desde hace varios años comencé a frecuentar una cafetería del barrio donde vivo, acudo bastante a menudo a...