Marina no tiene suficiente

Un día, Marina descubre que con los dedos no tiene suficiente.

Después de aquella tarde con Cristina, meterme cosas por el agujerito del amor se convirtió casi en una necesidad; Probé todo tipo de cosas: Mis dedos, bolígrafos, mengos de cubiertos de cocina, el palo de la escobilla del váter… ¡Pensé que me había convertido en una ninfómana!

Pero soy una chica grande y mi coño también lo es, y al poco tiempo los bolis, los dedos y demás dejaron de satisfacerme y empecé a buscar cosas más grandes para meterme. Un día, mientras me metía los dedos, se me ocurrió...

Webcam

Un breve flash en la Cam.

Cyrus llevaba ya toda la tarde metido en Internet, y ya empezaba a aburrirse; Había mirado su correo, visitado sus páginas habituales y el juego en red al que solía jugar se había caído hacía unas horas y no se podía conectar. Estaba considerando bajar algo de porno, pero la verdad es que tampoco le apetecía, y en ese momento estaba chateando con un amigo, aunque en ese momento la conversación era un tanto insulsa y no acababa de matar el rato.

Escuchó la tele en el comedor y recordó que Greta es...

Castigo

Qué pasa cuando la esclava llega tarde...

Cuando Greta llegó a casa, se encontró a Cyrus esperándola ante la puerta, sentado en una silla, con las piernas cruzadas y golpeando suavemente contra la palma de su mano el largo peine que tenía en la otra. Vió que llevaba puestas sus botas de cuero, y supo que nada bueno iba a suceder. -Llegas tarde…- inquirió Cyrus. -…No me había dado…-replicó Greta por respuesta en un tono ya asustado.Antes de acabar la frase, Cyrus la interrumpió. -…Ssshhh. ¡A callar!- Ordenó él. –No aprendes, Greta… mira que l...

La locura de mi Tía

Ficción sobre las aficiones secretas de mi tía.

El rollo con mi tía empezó un día de cena familiar en una casa de campo: Era invierno y estábamos cenando toda la familia; Yo me excusé un momento para ir al lavabo, y como no me encontraba muy bien decidí ir al lavabo del piso de arriba para evitar ruidos embarazosos. Como el lavabo de abajo quedaba libre, pasé de echar el cerrojo.

Me paré un momento en el espejo, y en el momento en que me dirigía a la taza a orinar, oí a alguien que picaba suavemente a la puerta y súbitamente la abría: era mí...