La Filosofía en el Tocador (6)

El Divino Marques ...

MADAME DE SAINT-ANGE

EUGENIA

EL CABALLERO

Madame de Saint-Ange  — Realmente, hermano, tu amigo es muy libertino.

El Caballero — No te engañé presentándotelo así.

Eugenia — Estoy convencida que no hay otro igual en el mundo.

Madame de Saint-Ange — Llaman... ¿quién podrá ser?... He dejado bien protegida la puerta... Es necesario que esté bien cerrada... Te ruego que veas de qué se trata, caballero.

El Caballero - Una carta que trae Lafleur; se ha retirado de inme...

La Filosofía en el Tocador (5)

Madame de Saint-Ange, (trayendo a Agustín) — He aquí el hombre del que hablé. ¡Vamos, amigos, divirtámonos! ¿Qué sería la vida sin placer? ¡Acércate, burro! ¡Oh, el tonto! ¿Creerán ustedes que hace seis meses que trabajo para desasnar a este gran cerdo y no lo logro?

DOLMANCE

EL CABALLERO

AGUSTÍN

EUGENIA

MADAME DE SAINT-ANGE

Madame de Saint-Ange, (trayendo a Agustín) — He aquí el hombre del que hablé. ¡Vamos, amigos, divirtámonos! ¿Qué sería la vida sin placer? ¡Acércate, burro! ¡Oh, el tonto! ¿Creerán ustedes que hace seis meses que trabajo para desasnar a este gran cerdo y no lo logro?

agustín — ¡Uh, señora! sin embargo usté dice al pasar, a veces, que yo tan mal no ando, y cuando hay terreno sin cultivo es siempre a mí al...

La Filosofía en el Tocador (4)

continuación ...

CUARTO DIALOGO

MADAME DE SAINT-ANGE

EUGENIA

DOLMANCE

EL CABALLERO DE MIRVEL

El Caballero — La conjuro a no temer nada de mi discreción, bellísima Eugenia: puede usted considerarla completa; he aquí a mi hermana, he aquí a mi amigo, y ambos pueden responder por mi.

Dolmancé — Sólo hay un modo de terminar rápidamente con este ridículo ceremonial. Oye: estamos educando a esta bonita niña, le enseñamos todo lo que es necesario que sepa una señorita de su edad y, para...

La Filosofía en el Tocador (3)

(La escena transcurre en un delicioso tocador)

(La escena transcurre en un delicioso tocador)

MADAME DE SAINT-ANGE

EUGENIA

DOLMANCÉ

Eugenia, (muy sorprendida de ver en el cuarto a un hombre que no esperaba) — ¡Dios mío, esta es una traición, querida amiga!

Madame de Saint-Ange (igualmente sorprendida) — ¿Por qué motivo está usted aquí? ¿No tenía que llegar a las cuatro?

Dolmancé — Siempre se adelanta lo más posible la felicidad de verla, señora. Encontré a su hermano; él comprendía lo necesario de mi pres...

La Filosofía en el Tocador (2)

Mi amor querido, ¡la cantidad de cosas que vamos a hacer y decirnos mutuamente! Pero, a propósito, ¿no quieres almorzar, mi reina? Es probable que la lección sea larga.

MADAME DE SAINT-ANGE

EUGENIA

Madame de Saint-Ange — ¡Buenos días, mi hermosa! Si puedes leer en mi corazón sabrás con que impaciencia te esperaba.

Eugenia — ¡Oh, creí que no llegaría nunca, tanto era el apuro de estar en tus brazos! Una hora antes de salir temblaba pensando que todo podía cambiar. Mi madre se oponía por completo a este delicioso paseo, decía que no era conveniente que una joven de mi edad saliera sola; pero mi padre la maltrató tanto anteayer que una mirada suya bastó...

La Filosofía en el Tocador (1)

Lo que has pintado responde por mi exactitud... ¡Oh, cielos! salir... dejarte en el estado en que me encuentro... ¡Adiós!... un beso... un solo beso, hermana, para conservar mi ansia hasta entonces. (Ella lo besa, toca su verga a través del pantalón, y el joven sale precipitadamente).

MADAME DE SAINT-ANGE

EL CABALLERO DE MIRVEL

Madame de Saint-Ange — Buen día, hermano. ¿Y el señor Dolmancé?

El Caballero — Llegará a las cuatro en punto. Como comeremos a las siete, tendremos todo el tiempo necesario para charlar.

Madame de Saint-Ange — ¿Sabes, hermano, que estoy un poco arrepentida de mi curiosidad y de los obscenos proyectos que hemos hecho para hoy? Tú eres verdaderamente indulgente, amigo mío; cuando más tengo que ser razonable, más se inflama y se vuelve li...