Las Mellizas
Dos concuños, casados con gemelas idénticas, descubren que tanto se parecen.
Como todos los sábados mi mujer y yo nos reunimos con su hermana gemela y su marido. Estas reuniones eran muy agradables, pues por fortuna mi concuño y yo tenemos mucho en común. Entre otras aficiones, ambos jugamos ajedrez con un nivel parecido, así que teníamos mas o menos la misma cantidad de triunfos y derrotas. Ambos somos de poco beber, pero nos gustan los buenos vinos. En fin, las hermanitas se reunían en la cocina y sus maridos lo hacíamos en el salón, cenábamos, mas tarde salíamos a bailar y...