Vigilando a Nadia VII

Mi corazón latía a mil en el instante en que pude ver las encantadoras pecas de Nadia, un estremecedor escalofrío invadió mi respiración, cuando por fin hicimos contacto visual, disfruté el momento más sublime de mi existencia...

—Te devoraré —dijo la pantera.

—Peor para ti —dijo la espada.

“Amenazas” de William Ospina

“Uno, son el torturador y el torturado.

El torturador se equivoca, porque cree no participar en el sufrimiento;

El torturado se equivoca, porque cree no participar en la culpa.” Schopenhauer

Me costó aceptarlo, pero entendí que Nadia no es del todo una blanca gacela, en su interior ella experimenta un goce secreto al ser dominada y humillada. Gracias a ella descubrí que en el...

Vigilando a Nadia VI

A Vianey no le dio permiso su mamá de “salir a estudiar con su amiga Sonia”, así es que tuvimos que improvisar para encontrar la forma de reforzar nuestro amor.

El domingo me la pasé admirando ahora tanto a la madre como a la hija, me sentía feliz siendo testigo del esmero con que Nadia cuidaba su jardín y también me encantaba ver a Vianey en su cuarto esmerándose en depilar sus piernitas y en pintar las uñas de sus piecitos y manos; hacía tanto calor que solo portaba shorcito de licra rojo y top negro. La muy canija así se animó a enviarme por whatsapp una selfie. Pero no solo me fascinaba su apetecible cuerpecito, también adoraba su entusiasmo y alegría, estaba a...

Vigilando a Nadia V

Al día siguiente asistí al concierto. Vianey representaba para mí un fruto prohibido, pero me fue imposible no sacar ventaja de su ingenuidad ¿O habrá sido al revés?

Vianey y yo acordamos vernos frente a la puerta de acceso correspondiente a mi merecido boleto.

Nunca olvidaré ese hermoso sábado cuando la vi en persona por primera vez; llegó puntual; mientras nos saludamos de beso no pude evitar sentirme nervioso. Me avergüenza admitirlo pero me intimidaba su juvenil y cautivante personalidad, fingiendo seguridad le pregunté:

-¿Entramos?-

-No… yo no tengo boleto… voy escuchar desde aquí afuera esperando a que mi mamá venga por mi.-

-¿Cómo crees qu...

Vigilando a Nadia IV

Quizás las manchas en el sillón favorito de Nadia pronto desaparecerán, por lo pronto las ha escondido cubriéndolas con una funda protectora, pero lo más importante es lo invisible, más que sus muebles o su cuerpo, he conseguido reforzar la corrupción de su mente.

…En cuanto le dije esto, Nadia sacó el paquete indicado de la bolsa que permanecía en la mesita de la sala; después de abrirlo auxiliándose con el exacto extendió los disfraces en el sofá. Tras verlos detalladamente dirigió su mirada hacia la cámara instalada en la sala, expresando con timidez:

-Pero cielo… No sé si quepa en alguno de los tres...-

“Claro que sí, no le pienses mucho, solo escoge el que creas que va más contigo.”

En cuanto empezó a doblar y guardar los dos disfraces que deci...

Vigilando a Nadia III

Espiar a Nadia me hacía desearla con demencia, después de cumplir “mi” promesa de hablar y motivar a su hija para que se aplicara en sus estudios, decidí comprar por internet el equipo que requeriría para conseguir interactuar más con mi maravillosa Diosa.

Después de bañarme y mientras comía me aventuré a monitorear el cuarto de Vianey maximizando la ventana correspondiente. En ese momento se estaba quitando su uniforme, en cuanto terminé de comer me animé a hablarle por teléfono:

-Buenas tardes ¿la señorita Vianey Rodríguez?-

-Eh… ¿de parte de quién?-

-Habla el Profesor Oscar Ramos, hace un rato estuve platicando con la Directora de tu colegio y me comentó que no vas bien en matemáticas.-

-¿La Directora? ¿La madre Rita?-

-¡Así e...

Vigilando a Nadia II

Ahora me he encargado de infestar el habitual pudor de Nadia, presentándome ante ella como un alguien aparentemente legítimo e inofensivo, cómo lo hace un virus informático. Mi amor ingenuamente me ha dado permiso de atacar su cuerpo remotamente.

Las contraseñas de los correos y redes sociales de Héctor las tenía desde que le configuré Outlook y Facebook cuando cambió su computadora personal por una más reciente. También había configurado su teléfono. Afortunadamente le llegaban tantos correos y mensajes que desactivé el sonido de las notificaciones cada vez que le llegaba uno nuevo.

Sin dudarlo desde mi iMac pro entré al gmail de Héctor, después de espiar los correos que se enviaban él y su esposa, me di cuenta de que raramente se escribían y...

Vigilando a Nadia I

Me bastó monitorear a Nadia unos cuantos minutos para quedar cautivado con su encanto. A partir de ese momento quedó borrado de mi mente el dilema moral que me había representado espiarla sin su consentimiento.

Este escrito tiene la premisa de ser un relato erótico, si tienen prisa les recomiendo no seguir leyendo, gracias.

Héctor, el dueño de la empresa en la que laboraba no confiaba en lo demás técnicos, así es que hace poco más de un mes me pidió que le instalara un sistema de video vigilancia de vanguardia en su casa, después de todo había que estar preparados ante el incremento de la inseguridad.

No era mi especialidad así es que tuve que dedicar parte de mi tiempo libre para prepararme al respect...