Lecciones de la vida
Una historia divertida.
Lecciones de la vida
Cierta tarde de sábado decidí ir a visitar a mi vecina de arriba. Hacía mucho tiempo que nos conocíamos y de vez en cuando iba a charlar un rato con ella.
Ella vivía en la última planta del edificio, lo que presentaba una sensible desventaja cuando la maquinaría de nuestro ascensor decidía unilateralmente dejar de trabajar como sano estimulo a la salud colectiva, haciéndonos usar las escaleras. Pero presentaba la ventaja de tener una pequeña terraza que orientada a pon...