Una noche, una diana
Puedes creerlo o no, pero a veces el destino pone a tu alcance aquello que nunca imaginaste.
No se que me gusto mas de ella, si su forma de mirar o la forma en que movía su trasero, pero la verdad es que la primera vez que la vi sentí deseos de llevarla hasta mi cama. Estaba en una concentración de artistas, una panda de idiotas que pretendían hacer creer al mundo que eran el nuevo sentido del arte moderno, ella por lo visto era uno de ellos, así que en cuanto estaba en la recepción, pensé que seria interesante ver lo que hacia. Un segundo después un amigo me sacaba de mi pequeña fantasía:
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