Una rosa para mi mujer
Las rosas les encantan a las mujeres.
Ella me había pedido que traiga un jardinero para que le construya un rosal. Así lo hice. Por un mes el jardinero trabajó y mi esposa me decía al oído en la cama o en el sótano que era una sorpresa. Hasta que por fin tuvimos el rosal. El jardinero me había dicho que las ideas de mi mujer eran muy raras. Los arbustos estaban muy pegados. Yo le dije que le hiciera caso.
Un día encontré el rosal en toda su belleza. Era una noche muy oscura. Apenas había luz en el jardín trasero (donde está el rosal)...