No sin mi hija
Bibi, cariño, me tienes en la cama, atado de pies y manos, las manos bien sujetas a los extremos del cabecero, mis pies a los pies de la cama...
Envío el relato completo, con algún pequeño cambio, para los que por vacaciones no pudieron disfrutar con él.
Bibi, cariño, me tienes en la cama, atado de pies y manos, las manos bien sujetas a los extremos del cabecero, mis pies a los pies de la cama, con un sentido menos, el de la vista, has decidido taparme los ojos con uno de tus grandes pañuelos de seda, con el rojo, sabiendo que todo y ser seda, por los dobleces me negarás totalmente la visión de lo que acontezca.
Evidentemente me ti...