Doña elisenda y el negro
Wilde oscar__escritor Ingles__1854_1900___*Los hombres siempre se empeñan en ser el primer amor de una mujer, tal es su tosca vanidad. Las mujeres tienen un instinto más sutil de las cosas, prefieren ser la última novela de un hombre
Doña Elisenda el día que su marido entregó su alma al cielo se sintió libre como el viento, tanto, que cuando volvió a casa después de enterrarlo descorcho una botella de Champaña y sin vaso alguno la fue chupando hasta que no quedo una gota. Después puso un CD con su admirado Pavarotti a todo volumen y tendida el la cama se metió en el chocho su consolador preferido de tamaño suerior. Entre orgasmos y burbujas del champaña quedó felizmente dormida, no era para menos, con este marido había vivido casi 20...