Mi compañera de piso

Otro relato lésbico, espero que os guste

Hace un par de años, tuve una experiencia con mi compañera de piso. Fue algo tan excitante como sorprendente, y ha sido la única vez que he estado con otra mujer, pero todavía me caliento si pienso en ello.

Me llamo Eva, soy morena, delgadita, y tengo un cuerpo bonito. Hace un par de años, me encontraba estudiando para una oposición. Esto sucedió un viernes por la noche. Yo llevaba meses sin salir, era la una de la mañana y estaba viendo un poco de tv.

Entonces llegó Sonia, mi compañera de piso....

Mi amiga me inicia en el mundo lésbico

Después de un descanso vuelvo con nuevos relatos

La verdad no sabía cómo comenzar este relato, pero es que es algo que es digno de contarse, Sarah es mi mejor amiga, es como una hermana y algo más que eso, ella es una mujer espectacular, tiene un cabello negro estupendo aunque siempre anda buscando unos nuevos looks para poder cambiarlo, tiene unos senos perfectos y redondos, con unos pezones rosados, su feminidad de igual manera es rosada y completamente depilada ¿Cómo es que se esto? Bueno pues os contare como fue…

Una mañana Sarah falto al colegi...

Este

Tercera parte de Norte

Nunca me había sentido tan excitada.

Mientras recorría los pasillos del hotel de vuelta a mi habitación maldecía aquella llamada y lo poco oportuna que había sido. No podía evitar preguntarme qué habría pasado si el teléfono no hubiera sonado, si solo hubiésemos sido ella y yo.

Todavía podía sentir un hormigueo incesante que subía y bajaba por todo mi cuerpo, y me recordaba una vez tras otra lo cerca que había estado de alcanzar mi ansiado orgasmo. Y ahora, ya en mi habitación, le daba vueltas a...

Sur

Segunda parte de Norte

El día amaneció algo nublado, casi como si se hubiera solidarizado con mi estado de ánimo. Repasaba minuto a minuto lo que había ocurrido hacía tan solo unas horas, mientras remoloneaba en la cama y me dejaba enredar más y más por las sábanas. Me arrepentía de no haber ido a devolverle los grilletes a Rea aquella misma noche, pero el cansancio me había hecho tomar la decisión más egoísta y correcta solo a corto plazo.

Debí de haber tenido algún sueño húmedo aquella noche, pues me había despertado con...

Norte

Esta es la primera parte de una pequeña tetralogía.

La primera vez que la vi fue en la recepción del hotel, cuando entró al ascensor con paso firme. Me llamó la atención la seguridad que parecía desprender, y la brisa perfumada que dejó a su paso. Me fijé un poco mejor, tratando de ser discreta desde uno de los sillones de la recepción mientras esperaba al check-in , reparé en que llevaba una maleta un tanto peculiar, nada que hubiera visto antes. La mujer rubia la tenía cogida del asa, que era igual de negra que el cuero del que parecía estar recubiert...

Mía

Relato lésbico

Todavía recuerdo la forma en que, incluso sin estar aquí, te colabas en mi mente. En la oscuridad de la noche quise ocuparme de la excitación que recorría mi cuerpo, pero en cuanto mis manos se perdieron en dirección sur me detuve. Me habías ordenado que no lo hiciera y, pese a que no te tenía delante para que supieras qué estaba haciendo, no podría mentirte. Me regalaste lo más valioso: tu confianza. Y lo último que podía hacer era traicionarla, desobedeciéndote, ocultándote la verdad.

Así que un día...

Aquí, ahora

Relato erótico lésbico

Me concentro en mi respiración, en mi pecho llenándose para vaciarse poco después, en el suelo frío en el que estoy sentada. Desenmaraño las preocupaciones que dan vueltas por mi cabeza y me deshago de ellas, una a una, hasta que dejo la mente en blanco. Un círculo vacío. El goteo del agua del grifo suena de fondo, lento y preciso, pero se vuelve viscoso. El tiempo parece dilatarse, mis músculos se entumecen y mis ojos suplican por abrirse. Dejo que lo hagan cuando, como si fueras mi salvación, oigo el repi...

No-Relato de sumisión lésbica 1

Este es mi primer relato, trata sobre sumisión lésbica. Espero que os guste :)

―No.

Me estremezco porque jamás lo ha dicho así, con tanta firmeza y convicción. Hay algo que me mantiene enganchada a ella y a la forma en la que me mira desde la puerta de la habitación. Cojo el tanga, pero antes de ponérmelo sus manos sostienen mis muñecas con fuerza tras mi espalda. Siento su aliento en mi cuello.

Entonces llega el castigo que había estado esperando desde que he cogido la prenda, desafiante. Y lo quiero, me muero por que lo haga. Gimo al recibir el azote, que hace eco en la...