Notas.

Una misteriosa mujer, y su obstinado seguidor...

Con la misma intensidad, acabo de decidir que no voy a verte nunca más”.

Eso decía la nota que dejó sobre aquella mesa de luz de alguien, a poco del amanecer, antes de irse. Ella seducía a primera vista, provocaba hasta la exasperación antes de llegar a consumar. Ese era su placer más grande, alimentar su autoestima para sentir algo parecido al ego a través de lo que generaba en los hombres. Y también en algunos casos, en algunas mujeres. Todo el deseo, toda la libido, la ansiedad sensual y sexua...

Impaciencia.

Un hombre muy sexual, y un encuentro furtivo muy… inusual.

Como hombre, no soy nada sutil a la hora de la conquista. Me gusta ponerme en el rol de “macho conquistador de la hembra” y voy siempre al grano sin vueltas. No me van ni el histeriqueo ni esa cosa de los “juegos previos”, y a la hora del sexo apunto directo a lo que busco: coger, a full. Tampoco me van los sentimentalismos, siempre fui demasiado carnal y me jacto de disfrutarlo plenamente. Por eso estuve siempre con minas guarras, de esas que te comen con la mirada de entrada y ya te dicen lo que buscan y...

Compensación.

Un hombre de peculiar personalidad, y su particular accionar ante ciertas circunstancias "especiales"...

No me gustaba su mirada, por eso me acerqué. Poco a poco, mientras la sostenía casi sin pestañear. Nunca me agradaron las mujeres engreídas, que creen tener un cierto poder dominante sobre los hombres solo por las formas de sus cuerpos. Por eso me dedicaba a jugar con ellas siempre, aprovechando mis dotes físicas para la causa. Juego que disfruto sobremanera, ya que para mí es tan solo un fin y ellas con certeza equivocada lo suponen un comienzo quizás interminable.

Me ubiqué sentado en un cómodo sill...

Casualidad

Un encuentro casual con misteriosa mujer hermosa, se convierte en consumada fantasía lésbica...

Era una fiesta increíble, como todos los años; mucha gente, buena música, encuentros y reencuentros fortuitos. Para alejarme del tumulto y respirar el aire limpio de la noche, salí y me senté en el borde de la piscina mojando solo los pies, mientras miraba el reflejo de las luces en el agua, fresca y translúcida. Hasta que mi visión se vio invadida por unas curvas aterciopeladas que entraban lentamente al líquido espejado. Solo cubría su parte inferior delantera un diminuto triángulo negro de tela con ciert...