Musa - Capítulo 1

A esas palabras Alexandra respondió levantándose súbitamente de la orilla de la cama donde había caído al inicio de la conversación, y con un rápido movimiento tomó a la mujer por la cintura y la besó con firmeza, pero al mismo tiempo con delicadeza, como se deben besar los labios de una mujer. Unos segundos después se separó, la miró y le susurró al oído: -Sabes que no es mi deseo que te vayas… pero si te quieres ir, eres libre- Mientras la miraba con picardía. Sabía que ni la mujer querría irse, ni Alexandra querría dormir sola esta noche.

Las decisiones que parecen intransigentes durante los primeros años de vida resultan marcar toda nuestra existencia. Sobre esto reflexionaba  Alexandra mientras se llevaba a los labios un cigarrillo y miraba en retrospectiva su vida.  Su camino no cambió cuando entró en la academia militar como se podría haber creído, eso sólo fue la consecuencia de algo que había sucedido mucho antes. Su vida cambió cuando decidió no satisfacer los deseos de su padre, y mucho menos los de su apellido.

Existe un cliché,...