Siéntate y observa...

Encuentro amoroso entre dos amantes en un bosque idílico. No es la primera vez, ni será la última. Siéntate y observa... Mientras puedas.

Hacía mucho tiempo desde la última vez que habían ido allí. Les gustaba ese lugar por la calma que les ofrecía. Era un lugar donde podían huir para encontrarse.

Era un lugar donde podían sentir uno el cabello del otro, su nariz... Cada vez que se reunían sentían la imperiosa necesidad de tirarse en el césped, en la mejor manta jamás imaginada. Uno de los dos se tumbaba mientras que el otro le observaba.

En esa ocasión, era el turno de ella de recostarse y el suyo de observar... Por un rato. La c...