Hasta esa noche (5)

Definitivamente había algo mal en mi. Puede que fuese eso lo que él había visto, esa parte enferma de mi personalidad que encajaba con sus enfermas necesidades. Por eso necesitaba salir de ahí ya. No podía permitir que tuviese razón.

Definitivamente me había vuelto loca. Había cedido completamente a las necesidades de mi cuerpo, unas necesidades que ni siquiera sabía que tenía. Estaba boca abajo, empalada por su polla, con sus dedos aún en mi culo, aplastada por su peso, completamente empapada de sudor y con su respiración en mi cogote... y la verdad es que me sentía feliz.

Más que feliz, pletórica. Dios, había sido fantástico. La mejor experiencia sexual de mi vida.

Por un lado me sentía triunfal porque había obtenido una r...

Hasta esa noche (4)

Él seguía mirándome fijamente, de aquel modo tan suyo, como si yo fuese comestible y él se estuviese reservando lo mejor para el postre. Me humedecí sin quererlo. Era por su olor. Y por sus ojos. Debería ser ilegal que un chalado de tal magnitud fuese tan horriblemente atractivo.

Definitivamente, eso no era bueno. No me atrevía a abrir los ojos, porque intuía lo que iba a encontrar cuando lo hiciese y no sabía que pensar al respecto. De hecho, no sabía que pensar respecto a nada de lo que me había pasado las últimas horas. Ese hombre, el secuestro, las violaciones, ese orgasmo que casi había acabado conmigo... y ahora esto.

Tenía una vía puesta en el brazo.

Conocía la sensación de cuando me habían operado de apendicitis a los diecisiete años. Seguía estando en una ca...

Hasta esa noche (3)

¿Podía tener razón? ¿Realmente me gustaba todo esto de verme forzada? No, me dije a mí misma, lo que pasaba es que estaba tan sumamente excitada que había sobrepasado los límites de la cordura.

Pase un rato sacudiéndome y chillando como una loca, pero finalmente me rendí, totalmente exhausta. Lo cierto era que con ese ataque de histeria solamente había conseguido hacerme daño. Mis muñecas estaban enrojecidas y el dolor me impidió volverme a dormir durante mucho tiempo. Al principio había soplado sobre las heridas para mitigar el escozor, pero poco después estaba demasiado agotada incluso para eso. Así que estuve sola en esa cama, completamente inmóvil y en silencio, durante varias horas. Lo último...

Hasta esa noche (2)

"Nunca supe exactamente cuánto tiempo estuve dormida o cómo llegué ahí desde el bar. (...) ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué estaba atada? ¿Dónde estaba? (...) Nunca había tenido ningún control, ninguna posibilidad... La realidad era que estaba completamente a su merced."

Nunca supe exactamente cuánto tiempo estuve dormida o cómo llegué ahí desde el bar.

Permanecí largo tiempo en estado de semiinconsciencia antes de poder pensar con claridad.

Estaba boca abajo y me costaba respirar. Me dolían las muñecas y los tobillos y tenía los pies y las manos completamente entumecidos. Al intentar moverlos algo me lo impidió.

En un primer momento pensé que estaba a oscuras, hasta que me di cuenta de que aún no había podido abrir del todo los ojos por la pesadez de mis...

Hasta esa noche

Introducción. - "Lo cierto era que no me sentía ni vacía ni insatisfecha con mi vida sexual. Ni quiera sospechaba que me faltase nada... Hasta esa noche."

Antes pensaba que yo era una mujer totalmente normal. Mis relaciones con el sexo masculino siempre habían sido normales. Mi sexualidad también. Nunca había tenido extrañas fantasías ni nada parecido. Me había limitado a hacer lo que me apetecía dentro de las opciones que me ofrecía la normalidad, sin buscar experiencias demasiado fuertes.

Había tenido una cantidad significativa de amantes, e incluso me había enamorado un par de veces. Pero a pesar de ello, seguía resistiéndome al compromiso y me lim...

Entre el juego y el sueño

Historia de amor entre una chica que nunca sabe cuando la cosa ha dejado de ser un juego y un chico con problemas para saber cuando tiene que dejar de jugar.

Nunca olvidaré aquellas vacaciones que hice en el País Basco. Me encontraba en un albergue de Irun, en las fiestas, aún me quedaban dos días por delante, llovía y, pese a que era verano, por las tardes hacía frío. Poco después de entrar, comprobaron mi reserva y que adjudicaron una habitación. En un principio estaría sola, pero me advirtieron que por la tarde tenían previsto que la ocupase otra persona, y al día siguiente se ocuparía toda la habitación. En el albergue anterior también tuve un compañero, y l...

La habitación de la noche

Relato corto sobre erotismo surrealista.

Todos estaban de fiesta, la habitación estaba rebosante de sana e intensa diversión, que provenía de las conversaciones y las risas de los presentes. Aún así, era una habitación pequeña, en la cual sólo cabía una inmensa mesa y sus sillas, un par de muebles y las dos puertas que comunicaban con el resto de la casa. Era una mesa rectangular, alargada, con los instrumentos, platos, copas y comida desordenados, después de una larga cena.

El ambiente era cargado, sin ventanas; todo el mundo había estado f...